Logística Urbana: Un vistazo a la ciudad que se mueve
Mira algunas visualizaciones que describen la logística urbana que ofrecen una mirada a esa dinámica, mostrando cuándo y dónde ocurre la mayor actividad de entregas en la Región Metropolitana.
Índice de contenidos
- Introducción
- La ciudad en movimiento: cómo avanzan las entregas durante el día
- Dónde se concentra la actividad: densidad de entregas
- Cómo se reparte la semana: ritmo de entregas por día
- Las horas clave: ritmo de entregas durante el día
- Día y hora: la combinación que define el pulso urbano
- Ficha técnica
Introducción
Las ciudades como Santiago necesitan una logística urbana activa. Desde insumos para centros médicos hasta alimentos para restaurantes, pasando por la amplia gama de productos accesibles en kioscos, almacenes y supermercados. Cada día, miles de vehículos recorren la Región Metropolitana permitiendo que la ciudad viva. Aunque estas operaciones suelen pasar desapercibidas, juntas dan forma a un sistema logístico que mantiene a la ciudad funcionando.
Detrás de cada una de esas entregas hay un desafío logístico constante: coordinar tiempos, rutas y recursos en un entorno urbano dinámico, con altos niveles de congestión y una demanda que no deja de crecer.
Este reporte ofrece una mirada a esa dinámica, mostrando cuándo y dónde ocurre la mayor actividad de entregas en la Región Metropolitana.
El análisis se desarrolla a partir de una muestra de datos obtenidos por Conecta Logística, en colaboración con empresas afiliadas que se han sumado a la iniciativa de Mapas de Entrega, cuyo objetivo es apoyar el desarrollo de conocimiento y la generación de indicadores que permitan retratar la logística urbana del país.
La ciudad en movimiento: cómo avanzan las entregas durante el día
Para ilustrar el ritmo de las entregas, se elaboró una visualización que ejemplifica su desarrollo a lo largo del día. En ella se observa, en intervalos de 30 minutos, cómo la ciudad va despertando gradualmente, mientras los primeros puntos de actividad comienzan a aparecer en distintos sectores urbanos. A medida que avanza la jornada, la intensidad de entregas aumenta y se concentra en las zonas de mayor actividad comercial y residencial, especialmente en el centro y los principales ejes viales del Gran Santiago. Cercano al mediodía, la ciudad alcanza su punto de mayor movimiento, para luego ir disminuyendo su ritmo a medida que llega la noche y la actividad logística se apaga progresivamente.
Nota: La visualización se crea a partir de la selección de entregas de un día particular. Se debe tener presente que la información corresponde a una muestra y no al total de las entregas que se producen en la Región Metropolitana.
Dónde se concentra la actividad: densidad de entregas
El mapa de calor de densidad de entregas por kilómetro cuadrado, elaborado a nivel de distritos censales, permite observar los principales focos de actividad logística en el Gran Santiago. Las áreas de mayor densidad se concentran en el centro de la ciudad y en el sector oriente, coincidiendo con zonas de alta actividad comercial y poblacional. En contraste, los sectores periféricos presentan una actividad más dispersa, con entregas distribuidas en áreas más amplias y con menor frecuencia. Este contraste refleja una estructura espacial fuertemente influida por el patrón urbano de la capital: un centro denso y activo, y bordes más extensos con menor intensidad de actividad logística.
Nota: La visualización se crea a partir de los datos de entregas de un conjunto de meses. Se debe tener presente que la información corresponde a una muestra y no al total de las entregas que se producen en la Región Metropolitana.
Cómo se reparte la semana: ritmo de entregas por día
A lo largo de la semana, el ritmo de entregas muestra un patrón muy claro. Los días hábiles concentran la mayor parte de la actividad, con un aumento progresivo desde el lunes (16% del total semanal) hasta alcanzar su punto máximo el miércoles (21%), seguido de un leve descenso el jueves (19%) y viernes (17%). En contraste, el fin de semana registra una reducción drástica de la actividad, con el sábado representando no más del 7% de las entregas y con un domingo prácticamente inactivo, con menos del 1% del total. En síntesis, la logística urbana se concentra en los días laborales, mientras que sábado y domingo muestran un pulso mucho más tranquilo.
Nota: La visualización se crea a partir de los datos de entregas de un conjunto de meses. Se debe tener presente que la información corresponde a una muestra y no al total de las entregas que se producen en la Región Metropolitana.
Las horas clave: ritmo de entregas durante el día
El análisis horario revela un patrón muy marcado en la actividad logística urbana. Durante la madrugada, entre la medianoche y las primeras horas de la mañana, las entregas son mínimas, con menos del 1% de la actividad diaria. A partir de las 6:00 horas, la ciudad comienza a despertar, y la actividad se incrementa rápidamente, comenzando un movimiento más importante desde las 8:00 horas.
Entre las 10:00 y las 14:00 horas, la intensidad de entregas llega a su máximo, concentrando más del 50% de la actividad diaria, especialmente entre el mediodía y primeras horas de la tarde. Luego, hacia la tarde y noche, la intensidad disminuye de manera progresiva, con un ritmo más pausado a partir de las 18:00 horas, hasta llegar nuevamente a mínimos durante la madrugada. En conjunto, estas cifras muestran cómo la logística urbana sigue un pulso diario muy definido, sincronizado con los horarios laborales y comerciales de la ciudad.
Nota: La visualización se crea a partir de los datos de entregas de un conjunto de meses. Se debe tener presente que la información corresponde a una muestra y no al total de las entregas que se producen en la Región Metropolitana.
Día y hora: la combinación que define el pulso urbano
Al observar la matriz que cruza día y hora de las entregas, se aprecia con claridad cómo varía la intensidad de la logística urbana tanto a lo largo de la semana como dentro de cada jornada.
Durante los días hábiles, la actividad sigue un patrón consistente: los primeros movimientos aparecen temprano en la mañana, aumentando rápidamente hacia el mediodía y alcanzando su máximo entre las 12:00 y las 14:00 horas, para luego disminuir de manera progresiva durante la tarde y la noche.
Entre martes y jueves se registran las mayores concentraciones de entregas, alcanzando el peak durante las horas punta del mediodía los miércoles. Los días lunes y viernes presentan un comportamiento similar al resto de la semana laboral, aunque con una leve disminución en la actividad durante la tarde.
En contraste, el fin de semana exhibe un ritmo mucho más reducido: el sábado concentra la mayoría de sus entregas entre media mañana y primeras horas de la tarde, mientras que el domingo mantiene un nivel prácticamente inactivo durante gran parte del día.
En conjunto, esta matriz revela cómo la logística urbana está fuertemente alineada con los horarios laborales y comerciales de la ciudad, combinando día y hora para definir su pulso operativo.
Nota: La visualización se crea a partir de los datos de entregas de un conjunto de meses. Se debe tener presente que la información corresponde a una muestra y no al total de las entregas que se producen en la Región Metropolitana.
Ficha técnica
Sobre la metodología
En conjunto, los análisis presentados permiten visualizar el pulso de la logística urbana en la Región Metropolitana. La actividad se concentra en los días hábiles, con un ritmo creciente desde la mañana hasta alcanzar su pico alrededor del mediodía y primeras horas de la tarde, para luego disminuir hacia la noche. Los focos de mayor densidad se localizan en el centro y el sector oriente de Santiago, mientras que las áreas periféricas presentan entregas más dispersas y de menor concentración espacial.
Estos hallazgos evidencian el desafío constante que representa coordinar la logística urbana, donde rutas, tiempos y recursos deben sincronizarse con los patrones de movilidad y la demanda de la ciudad. A través de esta visualización y análisis de datos, es posible identificar oportunidades de optimización y planificar estrategias que mejoren la eficiencia de las entregas (como la identificación de puntos estratégicos, horas clave, etc.), aportando conocimiento útil tanto para empresas como para actores urbanos y planificadores de la ciudad.